Las teteras de hierro fundido fueron creadas originariamente en la antigua China, más tarde los japoneses las rediseñaron y las adaptaron para hacer de ellas un producto práctico además de un objeto artesanal decorativo y que simbolizan la eterna fuerza y unidad del mundo.
Las impurezas de cada pieza de fundición son eliminadas a través de tratamientos químicos especiales. Para evitar su oxidación se aplica una capa de barniz negro mate. Al hervir el agua, las cantidades muy pequeñas de hierro que se desprenden de la tetera proporcionan un aporte de hierro que contribuye a la salud.
Las teteras solo deben usarse para servir el té y no deben ser expuestas al fuego o usadas directamente en la para hervir el agua.
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