¿Te gustaría saber qué diferencias existen entre tueste natural, torrefacto y mezcla? El café puede comprarse en diferentes presentaciones y es muy importante saber qué características tiene cada una. Por ello desde la Tienda del Café respondemos a esta pregunta tan habitual. Y tú, ¿Qué tipo de café consumes?
¿Tueste natural, torrefacto y mezcla: ¿Cómo es cada uno?
Cuando estamos por comprar café vemos en los envases que aparece una leyenda indicando que está compuesto por granos torrefactos, mezcla o de tueste natural. Y si bien podemos intuir de qué se trata cada uno, es muy importante conocer las características específicas del producto que llevaremos a casa y en definitiva que después consumiremos.
No hace falta volverse un experto en café ni beber grandes cantidades cada día, simplemente conocer la diferencia entre cada tipo nos puede ayudar a tomar una decisión al momento de la compra.
Incluso, puede ser que hasta este momento no le hayas prestado atención a la variedad o al tipo de café que estabas bebiendo. Simplemente comprabas mirando el precio, la marca y si era suave o fuerte.
¡Llegó el momento de conocer algo más sobre tu bebida favorita!
La importancia del tueste del café
Empecemos por el tueste o tostado de los granos de café. Este procedimiento es fundamental e influye un 100% en el resultado final de la infusión.
En la vida natural, el café es un grano de color verde. Cuando es de ese color está "crudo” (por decirlo de alguna manera). Luego de ser recolectado, se le quita la cáscara y se seca. En ese momento todavía no tiene aroma, o es muy leve, además su textura es suave y fresca.
Todo cambia cuando se tuesta, porque se dan unos procesos químicos naturales que transforman completamente al grano, no solo que se oscurece, sino que tiene sabor, olor y textura distintos. Una vez terminado este proceso, el grano está listo para ser molido.
Según el tipo de tueste el café tendrá características específicas. Si bien hay mucha polémica en cuánto a cuál es el tostado perfecto, lo cierto es que eso también depende de los gustos de cada uno.
A grandes rasgos podemos distinguir tres tipos de tueste, que se diferencian por el color, la temperatura y el tiempo de tostado.
El café de tueste ligero es claro, los granos tienen poco brillo ya que no han liberado mucho aceite en el proceso. En cuánto al aroma es más afrutado o vegetal, similar al propio de la planta. También es el que presenta mayor acidez y cafeína.
El café de tueste medio presenta un color más amarronado y es un poco más amargo. En muchos casos presenta notas de cacao o caramelo debido a la caramelización de los azúcares propios del grano. Es el que se usa para el café expreso.
El café de tueste oscuro es el de color casi negro, el que tiene más cuerpo debido a que ha desprendido mucho aceite. También es el que tiene menos cafeína, menos acidez y hasta menos aroma (aunque pueda sonar extraño). Sin embargo, su sabor es más intenso y puede presentar notas especiadas o ahumadas. No se recomienda para cafeteras de filtro.
¿Qué sucede con el café torrefacto y mezcla?
En las tiendas o supermercados encontramos usualmente cafés de estos dos tipos. El torrefacto y el mezcla son los más baratos muchas veces, pero también los menos puros (por llamarlos de alguna manera).
Empecemos a hablar del café torrefacto. Para muchos, es un atentado al café de origen natural, un crimen contra la bebida más consumida del mundo. Lo creó a fines del siglo XIX un empresario llamado José Gómez Tejedor, dueño de Cafés La Estrella. Durante 20 años fue el único que podía comercializar ese café porque había patentado la técnica.
Según se cree, la idea se le ocurrió cuando vio a los cafeteros de Cuba envolver granos de café con azúcar para poder protegerlo. Entonces aplicó el sistema al tostado o tueste que ya se venía practicando en España.
Entones, el método torrefacto es básicamente tostar los granos de café (generalmente de la variedad Robusta que es de inferior calidad que la Arábica) con una buena cantidad de azúcar. Esta última se derrite y se carameliza hasta quemarse. Cuando esto sucede, el café presenta una capa protectora que evita que se echen a perder pronto.
El resultado es un café de color muy oscuro, de sabor muy fuerte a quemado y bastante amargo. Si se consume con leche, crema o azúcar puede que no nos demos cuenta realmente lo que estamos bebiendo.
Por último, tenemos al conocido como café mezcla. Podríamos decir que es el más peligroso por la desinformación que gira en torno a él. Muchos creen que están comprando una combinación de granos de diferentes variedades, sin embargo, se trata de café "rebajado” con azúcar. En la mezcla se usa menos café molido que endulzante. Y lo peor de todo es que al preparar la bebida, se le echa aún más azúcar. ¡Un atentado a nuestra salud sin dudas!
En resumen, podemos decir que el café de tueste natural es la mejor opción si quieres disfrutar de una bebida más pura. Incluso usarás menos cantidad que si consumes el torrado o el mezcla. Por ello es que a veces hay que prestar más atención a la calidad del producto y no tanto al precio. ¡Porque en ocasiones lo más barato, sale más caro!